La deficiencia de magnesio puede causar una variedad de síntomas, desde la pérdida del apetito, náuseas, vómitos, fatiga y debilitamiento hasta entumecimiento, hormigueo, calambres musculares, convulsiones, cambios de personalidad y anomalías en el ritmo cardíaco. El magnesio es un nutriente esencial para el cuerpo humano, ya que regula la función de los músculos y el sistema nervioso, los niveles de azúcar en la sangre y la presión sanguínea. Además, ayuda a formar proteína, masa ósea y ADN. La resistencia a la insulina (un trastorno que lleva a la diabetes) también puede ser una consecuencia de la falta de magnesio.
El cuerpo nos alerta con síntomas leves cuando hay un pequeño déficit. Por ello, es importante conocer en qué alimentos se encuentra este mineral y cómo los suplementos pueden ayudarnos. Los expertos recomiendan tomar 300 miligramos de magnesio al día para mantener los músculos y articulaciones fuertes. Los riñones ayudan a retener magnesio limitando la cantidad que se elimina en la orina cuando no se ingiere suficiente.
La deficiencia de magnesio es una afección en la cual la cantidad de magnesio en la sangre es más baja de lo normal. Esto puede estar vinculado a desórdenes alimenticios, hábitos poco saludables, actividades de alta exigencia física o el uso de algunos medicamentos. Es importante consultar con un profesional de salud antes de tomar suplementos dietéticos para verificar si estos interactúan con sus medicamentos o si los medicamentos interferirán con la forma en que el cuerpo absorbe, utiliza o descompone los nutrientes.