El magnesio es un mineral esencial para el cuerpo humano, ya que ayuda a regular la función normal del sistema nervioso central (SNC). Esto significa que un suministro adecuado de magnesio puede tener un efecto positivo en la ansiedad, el estrés y el nerviosismo. Además, el magnesio también es un relajante muscular natural, que reduce la tensión que tan a menudo aparece y exacerba los síntomas de ansiedad. Por otro lado, el magnesio también ayuda a aumentar la producción de serotonina, la hormona conocida como la hormona de la felicidad.
Esta regula aspectos como el sueño, el estado de ánimo o la energía. Por lo tanto, una forma de lidiar contra la ansiedad sin necesidad de usar fármacos es añadiendo magnesio a tu dieta. Pero ¿cómo tomar magnesio para la ansiedad? La mejor forma de obtener los requerimientos diarios de magnesio es mediante la alimentación. Sin embargo, si se presentan factores de riesgo como el consumo excesivo de alcohol, las dietas, las ayunoterapias o las enfermedades gastrointestinales (diarrea o vómitos), entonces se recomienda complementar con suplementos farmacológicos.
Estos suelen contener citrato de magnesio iónico, un tipo de mineral de fácil absorción en nuestro organismo. Otra forma de obtener magnesio es mediante aceite de magnesio, cremas e incluso baños con sales de cristales de sulfato de magnesio. Si los niveles son demasiado bajos, pueden presentarse calambres musculares, arritmias e incluso la muerte súbita. Por lo tanto, es importante mantener un balance adecuado para evitar estas complicaciones.
En conclusión, el magnesio puede desempeñar un papel muy importante en el tratamiento de la ansiedad. Esto se logra mediante suplementos farmacológicos o mediante aceite de magnesio, cremas e incluso baños con sales de cristales de sulfato de magnesio. Es importante mantener un balance adecuado para evitar complicaciones.