El magnesio es un mineral esencial para el funcionamiento de muchos procesos metabólicos. A través de la dieta, podemos obtener los niveles adecuados de magnesio, pero esto no siempre es posible. Por lo tanto, se recomienda tomar magnesio como suplemento nutricional. Si notas algunos síntomas, lo primero que debes hacer es consultar a tu médico para que evalúe si necesitas agregar magnesio a tu dieta.
Aunque los niveles bajos de magnesio generalmente no causan síntomas, se ha demostrado que las personas con niveles bajos crónicos tienen un mayor riesgo de desarrollar presión arterial alta, enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2 y osteoporosis, según el portal web Mayo Clinic. La melatonina es la hormona de la noche (para dormir) y el cortisol es la hormona del día (para mantenerse alerta). Mientras que la melatonina aumenta su producción, el cortisol disminuye. Sin embargo, debido a su poder como relajante muscular, también se puede tomar durante el día después de hacer ejercicio o si anticipamos un día muy cansado.
Las personas con dietas pobres y desequilibradas en general, aquellas que no pueden absorber magnesio debido a ciertas enfermedades intestinales, el uso excesivo de laxantes o aquellas con problemas renales tienen un mayor riesgo de carecer de este mineral. La forma en que se toma el magnesio depende del criterio médico y de la condición del paciente; sin embargo, se puede tomar en cápsulas, líquido (especialmente para tratar problemas estomacales) o inyectado (una forma menos común). Avena recomienda obtener magnesio a través de los alimentos, pero hay muchas opciones de suplementos disponibles. Estos alimentos también contienen triptófano (chocolate, nueces y almendras), que junto con el magnesio producirá melatonina y otras sustancias que mejoran nuestra sensación de bienestar.
Lo mejor es probar primero con el magnesio y si no funciona, considerar pasarse a la melatonina. Se recomienda tomar magnesio dos veces al día para mejorar su absorción, a menos que el médico indique lo contrario. Esto sugiere su participación en la producción de energía (ATP), necesaria para que el cerebro produzca mayor cantidad de melatonina, la hormona del sueño. Para mejorar la calidad de vida con un descanso adecuado y reparador, es importante eliminar los malos hábitos y respetar el sueño.
Existen alimentos que ayudan a mejorar la calidad del sueño porque contienen grandes cantidades de magnesio. También se recomienda ingerir algún carbohidrato junto con vitamina D y vitamina B ya sea en la dieta o como suplemento para garantizar un mejor efecto. Al igual que la alimentación mejora la calidad del sueño, también debemos saber que las actividades realizadas durante el tiempo destinado para dormir interfieren con el descanso.