El estreñimiento puede ser una molestia incómoda e incluso dolorosa. Afortunadamente, el cloruro de magnesio puede ayudar a aliviar este problema. Esto se debe a que el mineral relaja los músculos dentro de la pared intestinal, aumentando su capacidad para ir al baño. Además, empuja el agua hacia los intestinos, haciendo que las heces sean más suaves y fáciles de mover.
Por esta razón, es importante conocer la forma adecuada de consumir cloruro de magnesio para ir al baño. El citrato de magnesio es un medicamento que pertenece a una clase de laxantes salinos. Funciona al hacer que el agua se retenga con las heces, lo que aumenta el número de deposiciones y suaviza las heces para que sean más fáciles de expulsar. Esto también actúa como un gran desintoxicante, facilita la relajación del sistema digestivo y previene el estreñimiento.
La cantidad diaria recomendada (CDR) para el cloruro de magnesio es de alrededor de 310 y 420 mg al día, dependiendo de la edad y del género. Sin embargo, algunos investigadores ven estas cantidades insuficientes y recomiendan un consumo entre 600 – 900mg. Una forma sencilla de tomar este mineral es con cápsulas de magnesio marino, 100% naturales y que también ayudan a superar épocas de fatiga y estrés. Este mineral se suele administrarse en comprimidos y se recomienda tomarlos en ayunas porque, además del efecto laxante, nos aporta la cantidad necesaria para todo el día.
El cloruro de magnesio se ha convertido en los últimos años en un auténtico aliado para la salud humana. Ayuda a combatir y prevenir muchas infecciones, así como tratar algunas enfermedades. Es importante tener en cuenta que cada sal tiene diferente biodisponibilidad, por lo que lo mejor es combinar sales con una elevada carga con otras que presenten una gran biodisponibilidad. No obstante, no se debe abusar del consumo y siempre hay que consultar primero con un especialista antes de tomar cualquier complemento nutricional.
El nivel máximo de ingesta tolerable (UL) para el magnesio es de 65 mg en los niños de 1-3 años, 110 mg en los niños de 4-8 años y 350 mg para cualquier persona mayor de 8 años.