El magnesio es un mineral esencial para la estimulación de las membranas neuronales, como las de las células cerebrales. Esto significa que un suministro adecuado de magnesio puede tener un efecto positivo en la ansiedad, el estrés y el nerviosismo. Por esta razón, muchos nutricionistas han bautizado a este nutriente como una herramienta para la estabilidad emocional. El magnesio contribuye a los mecanismos que nos llevan a la relajación, reduciendo la ansiedad y manteniendo el cerebro sano.
Sin embargo, cuando hay un alto nivel de estrés continuo, los niveles de magnesio en el cuerpo disminuyen. El magnesio también es un relajante muscular natural, que reduce la tensión muscular que a menudo exacerba los síntomas de ansiedad. Esta tensión muscular desencadena nuestra respuesta de lucha o huida, también conocida como respuesta de estrés agudo o hiperactivación. Se estima que el 20% de la población europea no toma la cantidad diaria recomendada de magnesio (unos 250 miligramos al día).
Según el investigador médico Alberto Marfil, “cuando hay una situación de estrés, las glándulas suprarrenales liberan adrenalina. Esto genera una entrada de calcio en la célula y, al mismo tiempo, una salida de magnesio. Esta deficiencia de magnesio aumenta la sensibilidad al estrés, creando un círculo vicioso difícil de romper”. Una forma natural de lidiar con la depresión sin necesidad de medicamentos es aumentar el consumo de magnesio.
Este mineral aumenta la producción de serotonina, conocida como la hormona de la felicidad y que regula aspectos como el sueño, el estado de ánimo y la energía. Por este motivo, se puede incrementar el consumo de este nutriente mediante alimentación o suplementos para superar el estado depresivo. Según la Clínica Mayo, los medicamentos contra la ansiedad pueden causar efectos secundarios graves como presión arterial baja, problemas de memoria y respiración interrumpida. Un paciente experimentó inmediatamente una restauración del sueño y una reducción significativa en su ansiedad y depresión después de tomar magnesio durante una semana.
Esto mejoró su coeficiente intelectual y memoria a corto plazo. Sin embargo, no se sabe si es la deficiencia general de magnesio lo que causa depresión o si es un biomarcador del estrés crónico. Nuestros antepasados tenían un buen suministro gracias a vísceras, mariscos, agua mineral y nadar en el océano; sin embargo, el suelo moderno puede estar agotado de minerales y el magnesio se elimina del agua durante el tratamiento municipal. El cuerpo necesita este equilibrio para tener una función cognitiva adecuada y un estado emocional estable.
La investigación sobre el magnesio para la ansiedad no es definitiva; sin embargo, es relativamente seguro experimentar con él y muchas personas lo usan para este propósito con excelentes resultados. El papel del magnesio en el sistema nervioso parasimpático (SNP) es particularmente interesante cuando se trata de ansiedad. Además del magnesio, existen otros tratamientos naturales demostradamente efectivos como aromaterapia, meditación, terapia por masaje y yoga. El magnesio también interfiere con la absorción de ciertos medicamentos como dixogin, nitrofurantoína, bisfosfonatos y algunos fármacos antipalúdicos.
La cantidad diaria recomendada (RDA) es entre 320 y 420 miligramos (‘mg’) para adultos. En conclusión, el magnesio puede ser un recurso útil para reducir los síntomas relacionados con la ansiedad y depresión; sin embargo, hay que tener cuidado al tomarlo junto con otros medicamentos.