El magnesio es un mineral esencial para la vida humana, y juega un papel clave en la regulación de la función normal del sistema nervioso central (SNC). Esto significa que un suministro suficiente de magnesio puede tener un efecto positivo sobre la ansiedad, el estrés y el nerviosismo. Además, el magnesio actúa como un relajante muscular natural, ayudando a mantener el funcionamiento normal de músculos y nervios. Esto significa que la suplementación con citrato de magnesio puede ayudar a solucionar problemas de calambres nocturnos.
Sin embargo, cuando hay estrés crónico, los niveles de magnesio en el cuerpo disminuyen. Esto reduce la resistencia al estrés y puede afectar la salud de muchas maneras. Por lo tanto, es importante tener en cuenta los factores de riesgo y prestar atención al balance de magnesio propio. Además, el magnesio también ayuda a la absorción del calcio en el organismo, lo que influye favorablemente en la estructura ósea.
Esto es muy importante para los deportistas y para evitar posibles casos de osteoporosis. Por otro lado, el magnesio también puede suprimir la capacidad del hipocampo para estimular la liberación final de la hormona del estrés, lo que reduce la liberación de ACTH y disminuye la capacidad de respuesta de las glándulas suprarrenales a la ACTH. Por lo tanto, se recomienda consumir alimentos ricos en magnesio como vísceras, mariscos, agua mineral y alimentos orgánicos. La dosis diaria recomendada actual para adultos es de entre 320 y 420 mg al día.
Además, se ha demostrado que tomar 200 mg de glicinato de magnesio antes de cada comida puede ayudar a reducir los síntomas de ansiedad. Después de solo una semana de tratamiento con magnesio, los resultados son evidentes: mejora del coeficiente intelectual y memoria a corto plazo, así como reducción de los síntomas depresivos.